Uno de los retos del entrenamiento deportivo es ser capaz de agrupar atletas por sus ganas de mejorar, para que se dé la atmósfera de trabajo motivadora y el compañerismo que facilita el aprendizaje. Sin embargo, en la mayoría de escenarios de entrenamiento, se suelen aunar los deportistas por su año de nacimiento.
Estas tres sesiones en que hemos mezclado porteros con jugadores de diferente sexo y edad demuestran como se puede interactuar sin necesidad de tener la misma edad o nivel que el compañero. Bastan unas pequeñas modificaciones en el objetivo de cada ejercicio para que se pueda jugar, aprender y disfrutar. ¡Enhorabuena!